Marilla descubre el destino de sus ojos gracias al oftalmólogo y ahora debe cambiar por completo su estilo de vida para aliviar la tensión ocular. Al ver la situación de Marilla, Anne cambia su sueño y convierte la situación actual en algo agradable. Cuando Marilla menciona su intención de vender Tejas Verdes, ya que ya no puede mantenerla y no puede vivir sola, Anne aprovecha la oportunidad para contarle que ya no irá a la universidad, sino que enseñará y estará cerca de Marilla tanto como sea posible, ya que nada le importa más que poder estar a su lado en momentos de necesidad.